Si tienes menos de 30, estás fuerte y sano, y no te preocupa el estado de tu salud en la vejez, no sigas leyendo. Si por el contrario tengas la edad que tengas, valoras y crees que la salud, y en particular en nuestros últimos años es importante, quizás deberías seguir leyendo.
Podrás recordar aquellos años en los que te recuperabas de cualquier esfuerzo con suma facilidad. Podías jugar un partido de fútbol, echar a correr, saltar a un árbol, o pegarte un fin de semana sin apenas dormir, y todo volvía a la normalidad con bastante facilidad.
Ahora y según tengas más años con mayor diferencia, notas que no es lo mismo. Sientes que tus articulaciones empiezan a molestar, que el partidillo de fútbol con los amigos te pasa factura el fin de semana, que tan solo un partido de pádel puede acabar en una lesión, que los fines de semanas con excesos y sin dormir, en esta ocasión pasan factura casi toda la semana siguiente, etc. etc.El envejecimiento va dando avisos, y mermando poco a poco nuestro metabolismo, sistema de recuperación, cardiovascular, árticular etc. etc.
Uno de los principales motivos de la pérdida de acondicionamiento físico a partir de los 35 años aproximadamente va a ser la temida sarcopenia, o pérdida del tejido muscular. Músculo que te mantiene vital, que te provee de fuerza, que estabiliza tus articulaciones, y que es tan caro de mantener que tu cuerpo quiere prescindir de él. Por ese motivo lo irás perdiendo, porque evolutivamente tu edad a partir de los 40 es la edad que cronológicamente supone el “fin”.
Pero por qué he entrecomillado “fin”, porque es el fin que los expertos científicos han valorado, bajo una situación paleolítica o de las cavernas. Una situación en la que te enfrentarías a un mundo sin medicinas, sin calefacción, sin casas donde resguardarte, y sin alimento al alcance de tu mano.
Genial, eres un afortunado y vas a vivir gracias a todos estos adelantos muchos más años de los que evolutivamente nos tocaría vivir. Pero, ¿te has planteado en qué condiciones afrontarás los últimos años de tu vida?. Yo me apunto sin dudas a vivir más años, pero me aterra la idea de no poderme valer por mí mismo, y llegar con una salud deteriorada y sostenida por la medicina y los avances tecnológicos. Porque todos estos avances indican que la edad de algunos de nosotros llegue más allá incluso de los 140 años.
Enseguida habrás pensado en que si haces ejercicio o actividad física de forma regular, y la salud te acompaña, podrás disfrutar de un cuerpo viejo, pero con fuerza y energía suficiente para poder valerte por ti mismo.
Entonces aparte de adquirir buenos hábitos alimenticios, y de descanso, vas a procurar añadir o mantener tu actividad física para ahorrar en salud cara a esa futura jubilación.
Perfecto, lo tienes claro. Tienes que hacer ejercicio para vivir con calidad de vida el resto de tus días. Pero, ¿de verdad te ves haciendo ejercicio tal y como se plantea hoy en la mayoría de los foros, redes, gimnasios, internet etc..?, ¿eres capaz de verte con más de 60 años haciendo burppies, anillas, pesos muertos, cargadas, 5 días al gimnasio por semana, saliendo correr poniendo en riesgo tanto tu salud cardiovascular, muscular como articular. ¿Estás seguro de que el ejercicio que proponen estará siempre hecho a la medida, intensidad y volumen que necesitas?
El actual modelo de fitness, es más bien un caldo de cultivo de lesiones a medio, largo e incluso a corto plazo, y deberías pensar más en la calidad, eficiencia, y cantidad mínima de ejercicio que necesitas para conservar tu salud.
¿Qué te puede ofrecer HIST?. HIST te brinda la oportunidad de que sigas ejercitándote de forma segura y eficiente durante muchos años, si es posible hasta el final de tus días. HIST te ofrece la oportunidad de al menos intentar morir lo más tarde posible pero lo más joven posible.
HIST, un sistema que permite adaptarse a cualquiera, desde el más novel al más avanzado, desde el más joven al más anciano, que permite trabajar con seguridad gracias a sus movimientos lentos y controlados, que respeta tus articulaciones, porque aparte de ofrecer fuerza para tus músculos, estabilidad a tus articulaciones, eficiencia a tu sistema cardiovascular, y otros muchísimos beneficios, te da la oportunidad de que vivas con mayor calidad de vida, que vivas el mayor tiempo posible, para morir lo más joven posible.
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