El panorama actual en cuanto a la actividad física y el ejercicio, sitúa a estas directamente vinculadas a una mejora en la calidad de vida y alargamiento de la misma, aumento de la capacidad de supervivencia ante situaciones como un accidente, un traumatismo, una cirugía etc.
Pero lo que predomina en el siglo XXI, por encima de todos estos beneficios es el de la apariencia física. El estatus físico ideal que nos venden continuamente en redes sociales, televisión, o campañas publicitarias. Mujeres con físicos extremadamente delgados, hombres con six pack, y niveles de grasa anormalmente bajos, junto a una masa muscular desmedida, atletas con capacidades físicas de un x-man.
La verdad es que si tu genética, y sin el uso de sustancias dopantes, da como resultado uno de estos físicos, y lo estabas buscando, serás un afortunado, porque HIST, te lo puede ofrecer si así lo dictaminan tus genes, y además invirtiendo el menor tiempo posible para ello.
Pero no te lleves a engaño, porque esa situación solo le puede ocurrir a una auténtica minoría del planeta. Al igual que esa misma situación pero en el extremo opuesto, es decir, que no seas un buen respondedor y te cueste ganar 100 gramos de músculo, puede también ocurrirte. Pero de nuevo son también pocas las posibilidades tanto de un extremo como de otro.
Esto tiene una lógica evolutiva, y es que desde que éramos bandas de cazadores recolectores, las propias tribus de individuos eran de lo más diverso. Siempre habría uno o dos hombres fuertes, con gran capacidad muscular y de mover peso que se encargarían de portar la caza o hacer labores de fuerza para la tribu. Por otro lado estarían los más rápidos y resistentes que se encargarían en la caza, de perseguir y dar caza a sus presas. En la misma tribu las mujeres solían cumplir su labor de reproductoras y protectoras de sus crías con tareas, quizás de menor implicación en fuerza máxima y sí de más minuciosidad. Todo esto deriva en una variedad de somatotipos, que a día de hoy siguen vigentes.
Así que si deseas un cambio físico principalmente deberás entender lo siguiente. Tus genes dictaminan cuál es tu capacidad máxima muscular, factores como los niveles de miostatina, interleucina-15, alfa-actinina-3, encima Kinassa de la cadena ligera de miosina, y niveles de testosterona, entre otros, darán como respuesta una mayor o menor ganancia muscular.
Además debes de tener bien claro que lo primero que ganarás entrenado será una mayor adaptación neuromuscular, es decir, te resultará más fácil mover un peso, no porque te has hecho más fuerte, sino porque te has vuelto más eficiente en el gesto que necesitabas hacer para ese ejercicio. En segundo lugar aumentarás tu fuerza, y de forma paralela, y ahora sí que de forma muy distinta si tienes unas características genéticas u otras, aumentarás la hipertrofia, o aumento transversal del tamaño de tus fibras musculares.
Por tanto, recordarte que con HIST, como con cualquier otro tipo de entrenamiento de fuerza, no es a veces tan sencillo obtener lo que quieres, y que será la unión de un buen entrenamiento, nutrición adecuada, descanso, entorno y genética la que te deriven a un lugar concreto.
Tengo buenas y malas noticias. Si eres de los que está buscando un aumento rápido de tu musculatura en cuanto a volumen, tendrás que observar si tu genética es para lo que ha nacido, porque en la mayoría de los casos las primeras ganancias son en fuerza y menos en hipertrofia.
Si eres de los que querías ganar fuerza y no hipertrofia, comentarte de nuevo que todo dependerá de tus genes. Por norma general los varones en su mayoría responden con una ganancia de ambas, siendo la hipertrofia por norma general la segunda en aparecer. Un aumento en varones desentrenados de 3 kilos por año, hasta un máximo de 10 kilos por encima de su peso en altura sería una cifra bastante optimista.
Las chicas soléis tener un aumento más significativo de la fuerza, y con menor ganancia en hipertrofia, siendo por norma general unos 3 kilos la ganancia total de una mujer adulta que se ponga a trabajar de forma eficiente con cargas.
Estos 3 kilos no van a darte un aspecto muy voluminoso, ya que proporcionalmente ocupan mucho menos espacio que la grasa, y si has llevado un buen plan nutricional parejo al entrenamiento, esos 3 kilos pueden simplemente ayudarte a tener unas líneas más estilizadas y atléticas.
Os podrán parecer pocos kilos de músculo obtenido, pero no os dejéis engañar por las falsas promesas de personas que aparecen en internet, o revistas, con cuerpos musculados. El 99% de ell@s, además de tener una genética ideal para el crecimiento muscular (hipertrofia), están bajo los efectos de sustancias dopantes, aparte de sacarse las fotos con su mejor cara, filtros, y estado de forma.
Si eres una de esas personas con esa genética, y estás buscando ese lado estético, enhorabuena, pero no te dejes engañar. Yo mismo he sido competidor de físico culturismo, y verás fotos mías en mis redes sociales con una gran cantidad de músculo en mí época competitiva, y no tengo ningún problema en reconocer que fue en gran parte por la ayuda de sustancias dopantes.
Si eres por ejemplo mujer, y estás pensando que no quieres ganar masa muscular, a lo mejor sí, o a lo mejor no. Pero lo más probable es que por muy bien que lo hicieras en la mayoría de los casos y digo por encima del 95% es difícil ganar mucha hipertrofia. Y si eres de las que tienen los genes para conseguirla y no quieres tenerla, hacerte reflexionar sobre el valor del músculo. El músculo es vida, el músculo es salud, y deberías estar feliz de tener el privilegio genético de tener un buen motor, así que deja a un lado los estereotipos y consigue tu mejor y más fuerte versión.