¿Sabías que tus músculos son en gran medida los responsables de que tus articulaciones sufran lo menos posible?
Una de las funciones principales de tus músculos, entre muchas, es la de generar una buena estabilidad articular. Imagina que tus músculos son una gran puerta, y las articulaciones las bisagras. Ahora ponemos el símil de que a músculos más fuertes la puerta más ligera, o lo que es lo mismo, tu puerta “músculos”, será de madera si no los entrenas, o de aluminio ligero si los entrenas con inteligencia bajo un buen protocolo de HIST.
A músculos más fuertes, o lo que es lo mismo puerta más ligera, tus articulaciones “las bisagras”, tendrán que soportar menos estrés y por tanto soportarán mejor las situaciones de movimiento que le demos día a día.
Si eres joven posiblemente tengas unas articulaciones fuertes y en perfectas condiciones, lo que vendrá a ser, unas fuertes y bien engrasadas bisagras, que abren y cierran sin problemas de atascarse, o romperse. Pero si pasan los años y tu puerta en lugar de aluminio se queda en una pesada puerta de madera, te aseguro que estas bisagras del uso a la vez que se irán desgastando, tendrán que lidiar con un peso y un estrés mayor, con lo que sufrirán daños sí o sí.Y piensa que no solamente haciendo más fuertes tus músculos estás beneficiando el que tus articulaciones trabajen con menos tensión, sino que el mismo hecho de que realices un trabajo de fuerza inteligente y sin impactos, y nada mejor que HIST, consiga una serie de beneficios en tus huesos, que no van directamente relacionados con la fuerza muscular.
Los huesos son en su interior son algo distintos a como los ves por fuera. Por dentro están diseñados con un montón de vigas entrecruzadas, llamadas trabéculas. En la fotografía podrás ver a que me refiero.
Estas trabéculas, tienen la función de dar solidez tus huesos, juntos a sus componentes y minerales, pero también comparten la función de permitir que el hueso en lugar de ser completamente rígido sea flexible y pueda sufrir movimientos de flexión, torsión, si romperse.
Estas columnas internas del hueso están vivas, se nutren y se reconfiguran según la necesidad que se le plantee. Tus músculos al trabajar con cargas externas y con fuerza, se contraerán, y de forma directa al contraerse tirarán de los tendones, que a su vez están anclados a los huesos, y estos al no ser rígidos “se romperían”, son deformados en mayor o menor medida, dependiendo de la situación que se plantee, siempre que no se rompa su límite plástico.
Si los huesos son sometidos a fuerzas controladas y con la frecuencia adecuada “sin excedernos”, sus trabéculas se reconfiguran para poder soportar estas tensiones y mantienen más solidez que un hueso que no tenga esas activaciones.
Un ejemplo muy sencillo, para que veas el comportamiento de nuestros huesos frente a la actividad física, es lo que les sucede a los astronautas que permanecen en el espacio exterior durante meses.
Sus cuerpos al estar en situación de ingravidez, tienden a atrofiarse, y aunque se les ejercita con máquinas especiales, no dejan de estar la mayoría de las horas del día sin la tensión muscular que te provoca el simple hecho de soportar el peso de tu cuerpo en lucha con la fuerza de la gravedad.
Así pues después de meses en el espacio, y analizando sus huesos, se ve que han perdido densidad, y que sus trabéculas han ido desapareciendo, volviendo el hueso más esponjoso y ligero. Lo que es lo mismo, al igual que los músculos no entrenados pierden el interés de mantenerse fuertes, los huesos que no tienen que soportar fuerzas se desmineralizan y pierden esa configuración de sus columnas internas.
Todo esto de los astronautas es una exageración porque lo más seguro que no trabajes en la NASA, pero a largo plazo, las personas mayores, y en mayor porcentaje las mujeres, pierden tanto músculo “sarcopenia”, como densidad ósea “osteoporosis”, y esto da lugar a unas articulaciones “bisagras”, y músculos “puerta”, más débiles y con muchas posibilidades de romperse.
Así que no lo pienses más, y tanto si eres joven (porque estás a tiempo), como si eres más mayor (nunca es tarde), tienes la oportunidad de entrenarte, de hacerte más fuerte y de hacerlo de una manera eficiente y segura para tus articulaciones. Tienes la gran oportunidad del ejercicio HIST.
En el siguiente estudio, se comprueba que las mujeres en edad post menopáusica con el trabajo de fuerza adecuado pueden recuperar densidad ósea. Si eres chico no te preocupes porque también tenemos otro estudio que certifica esta ventaja del entrenamiento de fuerza como HIST.
Estas magníficas bondades del ejercicio de fuerza son sólo unas pocas de las muchas que te puede otorgar HIST. En posteriores artículos temas tan controvertidos como entrenar con artritis, o artrosis serán abordados bajo el punto de vista HIST.
Con todo lo que acabas de leer supongo que encontrarás sentido en o bien seguir entrenando de forma inteligente si ya lo haces, o en ponerte pronto manos a la obra.
¿Ya estás entrenando?, pero ¿con qué frecuencia?, ¿con qué intensidad?, ¿estás castigando con demasiados impactos o gestos repetitivos tus articulaciones para ejercitarse?, estás seguro que todo vale para conseguir los beneficios que te he nombrado.
Piénsalo bien, posiblemente si eres joven, o con una gran genética, te estés echando unas risas porque piensas que tus huesos son indestructibles, pero lo más normal es que estés en el 99% del público restante, y tanto si eres joven y fuerte como si eres de una edad más avanzada, entenderás que HIST, va a conseguir todo lo que el ejercicio te puede ofrecer, pero de la forma más eficiente y segura que existe.
Gracias por leer este artículo, y si tienes a alguna persona a la que le puede interesar, no dudes en compartirlo y difundirlo.