Este post trata sobre 3 de los muchos beneficios que ofrece el entrenamiento HIST de alta intensidad, lo voy a dividir en 3 entregas. En esta primera haremos referencia al beneficio del tiempo. Ahora te lanzo unas cuantas preguntas para que reflexiones.

Capitulo 1. Ahorra tiempo.

  • ¿Cuantas veces has dejado de ir a entrenar porque no tenías tiempo?
  • ¿Cuantas veces, has dejado otros asuntos, trabajo o familia, por no faltar a tu sesión de ejercicio?
  • ¿Cuantas veces has discutido con tu pareja porque has pospuesto asuntos personales por ir al gimnasio?
  • ¿Cuantas veces te has enojado porque esa reunión se ha retrasado más de la cuenta y no llegas a tiempo a tu cita con los hierros?

Así podríamos seguir con unas cuantas preguntas más basadas en situaciones cotidianas que se plantean con bastante frecuencia, o se han planteado sin duda alguna vez en nuestra vida. De hecho, yo mismo podría contestar a todas estas y contar mil y una anécdotas, pero en esta ocasión el protagonista eres tú, y la reflexión es tuya.

¿Sabías que no necesitas ir todos los días a entrenar a tu club, gimnasio, parque, etc?. ¿Sabías que tampoco es preciso que inviertas horas en actividad física, ejercicios cardiovasculares, y otras nuevas tendencias?.

Para Ken Hutchins (uno de los biomecánicos más avanzados y fundador de Ren-Ex y Superslow©), el ejercicio es:

“El ejercicio es un proceso donde el cuerpo realiza un trabajo exigente por naturaleza, en concordancia con la función muscu­lar y articular, en un ambiente clínicamente controlado, con la obligación de seguridad, de cargar intencionadamente nuestra musculatura y conseguir realizar una incursión en nuestros niveles de fuerza para estimular el mecanismo de crecimiento en el mínimo tiempo posible”.

¿El mínimo tiempo posible?, sí el mínimo. La respuesta es sencilla. Resulta que todos deberíamos saber que el músculo y las adaptaciones fisiológicas que llevan a que el músculo se haga más fuerte vienen siempre de la unión de nutrición y descanso. Si entrenamos con demasiada frecuencia, lo que conseguiremos es paralizar el proceso de recuperación, e incluso provocar que la misma se alargue mucho más en el tiempo. Sin embargo lo común es decir, si con 3 días por semana no tengo suficiente, iré 4, y si cuatro tampoco son suficientes iré 5, y así hasta ver como hay personas que doblan los entrenamientos, suman a los mismos actividades dirigidas, running etc. etc. Todo para que al final salte todo por los aires y caigamos en un profundo sobreentrenamiento. Esto principalmente es debido a que como seres humanos cometemos el error de fijarnos en los individuos excepcionales, aquellas personas que su genética está muy por encima de la media, personas que hagan prácticamente lo que hagan aparentemente obtendrán buenos resultados conforme al resto de los mortales. Aquellas personas que lo tienen heredado. Porque tenemos que ser honestos con nosotros mismos, muchas veces nos obsesionamos con objetivos poco reales, y o  nos llevan a la frustración o nos hacen cometer locuras.

Volviendo al tema del tiempo que nos podemos ahorrar. Busquemos la mínima dosis de ejercicio, porque el ejercicio en sí es malo, el ejercicio es como una vacuna aplicada a una enfermedad. El ejercicio justo nos hará más fuertes, pero el exceso del mismo nos traerá malas consecuencias.

¿Y cual es la dosis necesario de ejercicio?: Pues bien, ahora llega el momento de la experimentación, pero si te lo quieres ahorrar es bien sencillo. Comienza con una dosis pequeña, pero intensa. Escucha tu cuerpo y valora el tiempo que realmente necesitas no solo para una recuperación total, sino también para una sobrecompensación, es decir, para dar la oportunidad a tu organismo de hacerse más fuerte.

En Estados Unidos, durante los comienzos de este protocolo de ejercicio refinado, la mayoría de las personas que eran entrenadas se recuperaban en el plazo de 4 a 14 días. Hablamos de personas normales, no de súper hombres, personas que no son portada de una revista de culturismo, personas corrientes. Personas algunas con mejor condición genética para tolerar el ejercicio que otras, pero en su mayoría personas standar.

La cifra de animar a entrenar una sola vez por semana como proponemos en nuestro estudio Zep Zaragoza, está basada en estadísticas de decenas de miles de entrenamiento, sí decenas de miles de entrenamiento, y con personas normales. Piensa que en nuestro estudio de Zaragoza, tan solo en un año realizamos casi 5000 sesiones, cifra, que unida al seguimiento en la evolución de cada cliente, control de su composición corporal, hábitos alimenticios, y descanso, nos dan datos de sobras para valorar si con solo una sesión por semana consiguen sus mejores resultados.

Porque más no siempre es mejor. Desde nuestra experiencia, y desde la vivida por los precursores de este sistema, podemos afirmar que el 95% de las ocasiones el aumentar la frecuencia de entrenamiento a más de 1 vez por semana transfiere negativamente en los resultados. Digo el 95% porque tenemos otras dos opciones de respuesta, aquellas personas que pueden tolerar más frecuencia o intensidad, y necesitan de un mayor estímulo en el mismo entrenamiento o realizar con mayor frecuencia un entrenamiento. Pero también tenemos en ese porcentaje tan pequeño, aquellas personas que necesitan más descanso. Personas que tiene una vida estresada, con niños pequeños, con falta de sueño, con más actividades físicas deportivas durante la semana, o incluso porque su genética no es la mejor del mundo para estas adaptaciones y requieren demás descanso entre sesión y sesión de entrenamiento. 

“Tienes que descansar más”, eso es precisamente lo que le tenemos que decir a nuestros clientes, cuando vemos en su hoja de resultados que no han mejorado lo suficiente, o que han ido para atrás, que requieren de más descanso, buena alimentación y sueño reparador para hacerse más fuertes, y poder afrontar con garantías de éxito el nuevo entrenamiento.

Tu tienes la decisión, puedes ahora seguir metiendo horas a tu entrenamiento, y si no funciona y consigues buenos resultados, añadir más y más, para jugarte la salud de tus articulaciones, sistema nervioso, y salud en general, o puedes abrir los ojos y por supuesto la mente a esta propuesta que me acompaña hace ya unos años, propuesta que además ha sido contrastada con una experiencia personal vivida en el otro lado, en el que posiblemente ahora te encuentres.

Esto no ha hecho más que empezar, espero haber removido en tí esas ideas, y que valores fríamente si lo que acabas de leer te suena de algo en tu propia experiencia vivida. Ahora tienes otra alternativa, otro enfoque, un enfoque real, basado en ciencia, en personas normales, basado en gente como tú.

Ahora quiero agradecerte el tiempo que has dedicado a esta lectura, y si te ha gustado este artículo, y quieres que siga aportando información sobre este maravilloso punto de vista del ejercicio físico, no tienes más que darle al botón de compartir para repartir esta idea que hará feliz a mucha gente.

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